• Deuda excesiva
Cuando los individuos y las empresas exceden los límites de carga de deuda, esto puedo hacer que los costos del servicio de la deuda aumenten hasta el punto en que no puedan pagar sus deudas financieras. En algunos casos, puede incluso equivaler a un incumplimiento, aumentando la probabilidad de una crisis económica importante.

Un ejemplo de este tipo de exceso de deuda es lo ocurrido durante el período conocido como Gran Recesión y la crisis financiera mundial de 2007-2012. La crisis empezó en Estados Unidos y los efectos se extendieron al resto del mundo, especialmente a los países cuyas economías están directamente vinculadas a la economía estadounidense, como la europea, la asiática, la del Golfo y los países en desarrollo, lo que complica las condiciones financieras y económicas en todo el mundo.

• Inflación
La inflación es la tendencia continúa al alza de los precios a lo largo del tiempo, y la hiperinflación es un fenómeno peligroso. Los bancos centrales controlan la inflación aumentando las tasas de interés, lo que limita la actividad económica debido a los altos costos de endeudamiento para establecer nuevos proyectos o expandir los existentes.

Quizás lo que estamos presenciando hoy en cuanto a hiperinflación sea la mayor en décadas, causada por muchos eventos como las repercusiones de la pandemia del COVID-19, la guerra ruso-ucraniana y las crisis energética y alimentaria concomitantes. Tasas a niveles récord, sin precedentes en mucho tiempo. Uno de los signos más importantes de la posibilidad de una recesión económica mundial en 2023.

• Desaceleración financiera
Si bien la inflación puede generar la posibilidad de una recesión económica, la recesión que una desaceleración económica podría causar es peor y más grave.
Cuando los precios caen con el tiempo, se produce deflación, y si los salarios caen, esto conduce a nuevas caídas de precios hasta que los niveles de deflación se salen de control y las personas y las instituciones dejan de gastar. Esto socava la economía y lleva a la deflación. Japón ha experimentado importantes conflictos con la deflación en los años noventa y desembocaron en una grave recesión.